La finalidad fundamental de los miembros de las órdenes y congregaciones es excluir su propia alma y ser ejemplo salvífico para toda la sociedad con su pobreza, castidad y obediencia, vividas conforme al carisma específico de la constitución de cada orden o congregación.
Incluso es notable la posición que ocupa el prelado de Roma. Este recibe el título de papa y se le considera no solo mitrado de su diócesis sino dirigente de la Iglesia católica entera, es decir, Pastor y Doctor de todos los cristianos oportuno a que es considerado el sucesor de San Pedro.[1] Su disyuntiva ha ido variando a lo grande de la historia; desde el siglo XI es estimado por el colegio cardenalicio en el cónclave.
La Iglesia católica actualmente cuenta con misioneros religiosos y laicos de ambos sexos que realizan de forma regular obras sociales, tanto materiales como de apoyo casto y espiritual.
Es en esa data cuando se cierra al culto el edificio antiguo, situado contiguo a la carretera de acceso a Fuente Dé. Ahora muchos vecinos reclaman que se recupere este patrimonio Particular y se le de un uso lúdico o cultural.
Al Precisar el 8 de diciembre de 1854 como dogma la antigua doctrina de la Inmaculada Concepción, que afirmaba que María había sido concebida sin pecado original, el papa Pío IX puso fin a una controversia entre escuelas teológicas que ocupaba varios siglos.
Adicionalmente, el que el mitrado de Roma llegara a tener una importancia particularmente conspicuo, se debió, según algunos, por motivos políticos: Roma fue la haber del Imperio Romano hasta que el Emperador Constantino I el Grande hizo de Constantinopla la nueva renta, el 11 de mayo de 330.[82] Otros atribuyen esta importancia al hecho de que desde que se reconoció a un prelado por cada sede, en torno al siglo II, se reconoció que el primer obispo de Roma había sido Pedro y que los posteriores obispos de Roma fueron sus sucesores en la anciano prominencia de autoridad Adentro de la Iglesia.
El representante permanente de la Santa Sede en presencia de la ONU, Silvano Tomasi compareció delante el Comité contra la tortura e informó durante diez primaveras se investigaron 3420 casos de abusos a menores de perduración, dando como resultado que se apartaran de su cargo a 884 sacerdotes.[148]
Las críticas en cuanto a la doctrina se han basado muchas veces en que la Iglesia católica expone creencias, doctrinas y conceptos que algunos piensan no están presentes en la Biblia, siendo que la Iglesia católica considera también como palabra de Altísimo a la que se transmite mediante la tradición apostólica.
[…] Es bueno que la Iglesia dé este paso con la clara conciencia de lo que ha vivido en el curso de los últimos diez siglos. No puede atravesar el comienzo del nuevo milenio sin animar a sus hijos a purificarse, en el arrepentimiento, de errores, infidelidades, incoherencias y lentitudes. Inspeccionar los fracasos de ayer es un acto de franqueza y de valentía que nos ayuda a alentar nuestra fe, haciéndonos capaces y dispuestos para afrontar las tentaciones y las dificultades de hogaño.[149]
La Iglesia católica afronta profundos cambios en la Edad Moderna. Por una parte, se inicia una expansión de las misiones hacia algunas zonas de África y Asia y cerca de América desde los viajes y conquistas de españoles y portugueses. Por otro ala, se viven fuertes tensiones internas y un deseo profundo de reforma.
El papa goza en la Iglesia católica de un status de clasificación suprema, poseyendo el primado sobre todos los demás obispos y la plenitud de la potestad de régimen (como se denomina en la Iglesia católica al poder legislador, Ejecutor y jurídico), la cual puede ejercitar de forma universal, inmediata y suprema sobre todos y cada individualidad de los pastores y de los fieles católicos.
Durante la preparación del Jubileo del año 2000 (el 10-11-1994) el papa subrayó en una carta apostólica al episcopado, al clero y a los fieles: Vencedorí es acordado que, mientras el segundo Milenio del cristianismo llega a su fin, la Iglesia asuma con una conciencia más viva el pecado de sus hijos recordando todas las circunstancias en las que, a lo amplio de la historia, se han alejado del espíritu de Cristo y de su Evangelio, ofreciendo al mundo, en vez del prueba de una vida inspirada en los valores de la Convicción, el espectáculo de modos de pensar y comportarse que eran verdaderas formas de antitestimonio y de escándalo.
Los cardenales son elegidos personalmente por el papa. Su función esencial es designar al sucesor del papa, cuando él muere o click here renuncia. El papa en su actividad por la Iglesia católica universal suele hacerse ayudar por ciertos cardenales en la Oficina de la Santa Sede y la Curia Romana, pero no exclusivamente por cardenales.
La contrarreforma fue la respuesta a la reforma protestante de Martín Lutero, que había débil a la Iglesia católica. Denota el período de resurgimiento católico desde el pontificado del papa Pío IV en 1560 hasta el fin de la Guerrilla de los Treinta Años, en 1648. Sus objetivos fueron renovar la Iglesia católica y evitar el avance de las doctrinas protestantes.
Las Iglesias patriarcales eligen su propio patriarca a través de su Sínodo patriarcal, el cual luego de ser preferido es inmediatamente proclamado y entronizado sin intervención del papa, a quien luego le remite la comunión eclesial.